lunes, 13 de noviembre de 2023

Los misterios de la geometría sagrada en San Bartolomé de los Montes

 

Llamamos la biblia de los iletrados a las enseñanzas que plasmaban los maestros canteros en las pequeñas iglesias románicas, representando en piedra pasajes de la biblia, animales fantásticos, escena eróticas, de pecado, del infierno, de caza o de la vida cotidiana. 

Por eso nos gustan tanto las iglesias románicas, porque son un libro abierto al siglo XII y XIII. Allí, envueltos en paz y espiritualidad, podemos detenernos a interpretar los significados de las figuras representadas en capiteles, canecillos, columnas y arquivoltas, tímpanos e incluso claves de bóveda.  

La logia canteril también plasmó en la humilde iglesia de San Bartolomé sus conocimientos del trivium y quadrivium. Con un poco de detenimiento puedes encontrar pequeños tesoros de saber en el interior del templo, a pesar de  su precario estado de abandono.

En este caso, a la entrada del presbiterio y, a modo de bienvenida de la zona más sagrada, nos encontramos a ambos lados de la nave con unas centenarias ménsulas que, si nos detenemos a observarlas con atención, nos trasladan un mensaje ciertamente encriptado. 

Libro a la venta en la tienda de la Catedral de Burgos, 
donde las composiciones matemáticas 
en la nave gótica han sido profusamente estudiados

 Ya sabemos que los maestros de la piedra no dejaban nada al azar y, las evidentes diferencias entre ambos rostros no son fruto de la casualidad. Sin embargo, ¿cuál sería la enseñanza que con ello nos querrían trasladar? 

Estas dos ménsulas representan un poco el antagónico de una respecto a la otra, una especie de Yin y Yan, donde todos los rasgos curvos del rostro del lado del evangelio se contraponen a los rasgos angulosos del rostro del lado de la epístola, ángulos y figuras geométricas que dibujamos en la cabecera de este artículo. 

Santa Hildegarda en la película Visión

A modo de acertijo, nos gustaría señalar cómo en el lado solar de la iglesia, la mensual nos ofrece un disco solar, y en el lado lunar una luna creciente. Al propósito de dar una pista sobre este enigma, recordamos a Santa Hildegarda de Bingen cuando enseñaba, allá por el s. XII, que los ojos son los instrumentos del alma y del espíritu, y a los estudiosos del románico francés Jacques Bombín y Raymond Montercy, que en su obra Iglesia románica camino de luz indicaban que "el ojo derecho está relacionado con el sol (la realización y el porvenir), y el izquierdo con la luna (la pasividad y el pasado).

Película de Santa Hiledgarda:: https://www.filmin.es/pelicula/vision)




No hay comentarios:

Publicar un comentario

En vísperas de San Bartolomé